viernes, 3 de noviembre de 2017

Reportar anuncio > me parece ofensivo

Está claro que todos los formatos digitales son la mejor plataforma para hacer publicidad. Sin embargo, creo que existen negocios que deberían estar vetados en las redes sociales. El primero de todos ellos, sin duda, es la política.

Estoy cansado de ver publicidad en Instagram, pero me la banco porque sé que hay personas y empresas que necesitan darse a conocer a través de fotos lindas que, en el fondo, sólo buscan el clic a sus sitios. Bueno, eso es válido y todos estamos conscientes de que es parte de las reglas del juego.

Y aunque al parecer que no sirve de nada, siempre denuncio la publicidad de políticos. No importa del sector que sea: no me interesa ver ahí sus mensajes; tal como no me interesa este mensaje nefasto, anacrónico, discriminador, anquilosado, antediluviano, etc. que vi en mi timeline hace unos días.

Mi voto vale vida es lo más ofensivo que he visto en Instagram. ¿Qué se cree este grupo de seres decadentes y conservadores diciéndonos (diciéndo-me) qué es la vida y qué es la familia. ¿Familia según quién? ¿Me defiende a mí, a mis peces, a mi conveniente civil? ¿Defiende a la pareja que decide convivir sin casarse? ¿Defiende a dos hombres o dos mujeres que comparten su vida? Señores de Mi voto vale vida, les informo: todas ésas también son familias.

Creo que es hora de que nos movilicemos en contra de estos mensajes nefastos, que no hacen más que hundirnos en el subdesarrollo, promueven la discriminación y nos impulsan a vivir en una sociedad basada en el cartuchismo. Denunciemos, para que esto se acabe. Y en su defecto, si continúa, para que sólo sea un mensaje que difundan y defiendan entre ellos, en una endogamia moral que algún día habrá de terminar.